Orientación a resultados
¿Por qué?
Un mundo hiper conectado como el actual es muy fácil dejarse arrastrar por la vorágine del día a día. Sin embargo, no es lo mismo estar ocupado que generar resultados que impacten en el cliente. Impactar positivamente al cliente se consigue a través de resultados en aquello que le importa.
¿Cómo?
No se trata, por tanto, de hacer muchas cosas, sino de hacer las cosas correctas. No debemos pensar en hacer tareas por hacer, sino en hacer sólo lo que consiga obtener resultados.
No todo genera resultados: analizar, priorizar y focalizar
Replantéate si todo lo que haces tiene un resultado claro y si no es así, deja de hacerlo de inmediato. Sólo dejando de dedicar tiempo a unas cosas, podrás dedicarlo a otras más importantes. Empieza por medir el resultado de lo que haces, orientándolo al cliente. Para ello es necesario primero analizar qué es importante para el cliente. La mejor forma de saberlo es obteniendo información de su comportamiento, preguntarle, contrastar la información, etc. De este modo podremos priorizar en aquellas iniciativas que realmente parecen tener más sentido. A partir de ahí, solo nos queda poner todo nuestro esfuerzo y dedicación, es decir, focalizar en lo que hemos priorizado.
Recuerda que...
- Estar ocupado no es lo mismo que generar resultados con valor para el cliente.
- Empieza por medir lo que haces y replantéate si tiene realmente impacto en el cliente.
- Deja de hacer cosas sin impacto, sustitúyelas y prioriza en otras que sí lo tengan.
- Analiza al cliente, ya que las respuestas a tus preguntas y su comportamiento te dirá lo que es importante para él.